HABITANTES
EL PLANETA DESDE ANTES DE LA APARICIÓN DEL HOMBRE
Elementales
es el nombre que recibe una categoría de seres mitológicos descritos por
primera vez en las obras alquímicas de Teofrasto Paracelso (1493 - 1541). Los
tipos de elementales descritos eran cuatro, coincidiendo con los elementos de
la tradición griega. De esta forma la correspondencia entre los elementos y las
criaturas que les representaban sería: Agua: ONDINAS. Fuego: SALAMANDRAS.
Tierra: GNOMOS. Aire: SÍLFIDES.
Ellos
son los habitantes de los elementos que componen el planeta, son los guardianes
de la naturaleza, más conocidos como hadas, duendes, gnomos, silfos, ondinas,
nereidas, sirenas, ninfas y elfos. Bajo su influencia y poder se crean y
preservan las selvas, los bosques, las montañas, los lagos y todas las
maravillas de la naturaleza. De acuerdo a los más antiguos registros
esotéricos, los elementales son seres pertenecientes al mundo espiritual, parafísico.
Los elementales son los habitantes invisibles, son representados como figuras
casi humanas, y se los considera habitantes del planeta desde antes de la
aparición del hombre. Debido a la gran coincidencia descriptiva que existe de
los elementales entre las diferentes culturas de la antigüedad (sumerios,
celtas, mexicas, egipcios, caldeos, mayas, chinos, indígenas de la Polinesia, África,
América), se concluye que los seres elementales han mantenido contacto
permanente con el ser humano, favoreciendo el intercambio energético que
permitió al hombre visualizarlos e identificarlos.
En
los registros hallados sobre ritos y costumbres de las diferentes culturas
anteriormente mencionadas, se encuentran reminiscencias sobre la presencia de
los seres elementales en casi todos los ritos considerados sagrados, y muy
especialmente en aquellos ritos dedicados a solicitar protección celestial para
las siembras y las cosechas. También eran invocados para pedir gracias ante
ciertas contrariedades concernientes al reino natural, como, por ejemplo, paros
de fuertes vientos, tempestades, de incendios, agitación de las aguas, etc. Los
seres elementales eran muy respetados por las culturas antiguas, eran queridos
y temidos. Los elementales, si bien son espíritus habitantes de los cuatro
elementos, carecen de alma, y al parecer, desconocen la diferencia entre el
bien y el mal.
Por
lo tanto, se los considera como seres duales. Son descriptos como seres
juguetones, traviesos, sin una clara conciencia de la responsabilidad, pero
tenaces trabajadores a la hora de cuidar y proteger su elemento y la
naturaleza. Los elementales son los protagonistas de la magia buena. Pero al no
tener alma ni conciencia de la diferencia entre el bien y el mal, son también
utilizados en magia mala. Las hadas y los duendes y demás seres mágicos, están
allí afuera, esperando ser convocados por nosotros para beneficiarnos con sus
atributos, o tal vez podamos verlos fortuitamente.