EL
ORIGEN DEL ACTUAL HALLOWEEN
El
Phooka, “Espíritu o Fantasma” en irlandés, es una misteriosa criatura de la
mitología celta. Su principal característica era la de poseer el poder de
trasformar su aspecto a su gusto, razón por la cual también eran conocidos como
los cambiadores de piel. Podían varias su forma desde caballos, cabras y
conejos. Su presencia podía ser tomada desde un signo de fortuna hasta de mala
suerte e incluso peligro, ya que se le consideraba entes de la naturaleza que
disfrutaban haciendo travesuras a las personas de los pueblos. Según leyendas,
se aseguraba que el Phooka poseía voz humana, por lo que tenía tanto el poder
de poder dar consejos y guiar a las personas como de confundirlas y perderlas.
Sin
embargo, principalmente era tomado como un ser benévolo. Algunos relatos narran
que cuando una fruta ha madurado antes de tiempo se debe a que un Phooka ha
escupido sobre esta, por lo que se le considera peligrosa y no comestible. Solía
habitar las altas montañas y bosques de Irlanda, se dice que es un ser de
naturaleza bondadosa, que es además capaz de hablar para comunicarse con los
humanos, aconsejándoles y ayudándoles.
Su
"némesis" en el folclore irlandés sería el Kelpie, un ser con
bastantes peores que él. Como curiosidad, el Phooka está directamente asociado
al Samhain, festividad de origen celta que se celebraba con motivo del fin de
la temporada de cosechas y que es el origen del actual Halloween, pues se
celebraba la noche del 31 de octubre. Se dice que algunos agricultores dejaban
parte de la cosecha sin recolectar como ofrenda a estos benévolos espíritus.
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